sábado, 4 de octubre de 2008

Videncias en el Lecho de Muerte

Videncias en el lecho de muerte.
“Una nueva idea, primero es condenada como ridícula y luego descartada como trivial, hasta que finalmente se convierte en algo que todo el mundo conoce”.
William James
A través de todo el presente siglo se han publicado libros detallando observaciones hechas por doctores y enfermeras sobre pacientes moribundos.
Aunque las videncias en el lecho de muerte se pueden encontrar en la literatura y en el conocimiento popular de todas las épocas, eran raramente mencionadas en la literatura científica, hasta finales de 1920, cuando fueron estudiadas por Sir William Barrett, un profesor de física de Colegio Real de Ciencia, de Dublín.
Él se interesó en esta materia cuando su esposa, que era cirujano obstreta, llegó a casa una noche y le contó el caso de una mujer que había muerto en el hospital ese día de una hemorragia, después de dar a luz.
Justo antes de morir la mujer, Doris, se sentó y se mostró muy excitada por haber visto un paisaje maravilloso, y dijo que su padre había venido a escoltarla para “ir al otro lado”.
Lo que resultó más sorprendente para los Barretts fue el hecho de que la mujer, súbitamente expresó sorpresa de ver a su hermana llamada Vida, junto a su padre. Parece ser que la hermana de Doris, había muerto solo tres semanas antes, pero como Doris había estado tan enferma, la muerte de su querida hermana había sido mantenida en secreto para que a ella no le afectase.
Esta historia resultó ser tan edificante para Barrett que emprendió un estudio sistemático de las visiones en el lecho de muerte. El suyo fue el primer estudio científico que llegó a la conclusión de que la mente del paciente moribundo, en muchas ocasiones es clara y racional. También informó de un número de casos en los cuales el personal médico o los familiares presentes compartieron la videncia del paciente moribundo.
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Su libro publicado en 1926 fue titulado “Visiones en el Lecho de Muerte”. En él se destaca que:
• Muchas veces, en el momento de la muerte, las personas ven a un amigo o familiar al lado de su cama, de quién pensaban que aún estaba vivo.
• Cuando se comprobó se vio, que en todos los casos la persona que ellos vieron había muerto antes, sin su conocimiento.
• Niños moribundos, frecuentemente expresan sorpresa porque los ángeles que ellos ven esperándoles no tienen alas.
En los años 1960, el Dr. Karlis Osis, de la Sociedad Americana para la Investigación Psíquica hizo un estudio piloto de videncias en el lecho de muerte, las cuales confirmaron las conclusiones a las que había llegado Barrett y que más tarde fueron verificadas a través de diferentes culturas. Sus descubrimientos fueron:
• La clase de videncia más común era referente a personas que habían muerto antes que ellos.
• Las videncias, usualmente eran de corta duración, de unos cinco minutos o menos.
• Los pacientes moribundos decían que el visitante había venido con el propósito de llevarles consigo.
• Las creencias en la vida póstuma no influyen en la frecuencia o clase de aparición vista.
• La mayoría de los pacientes sujetos a estudio no habían tomado drogas que pudieran causar alucinaciones.
En 1977, el Dr. Osis y su colega el Dr. Erlendur Haraldsson publicaron un libro titulado “A la Hora de la Muerte”. Este libro incrementó el estudio original e incluyó informes de más de 1.000 doctores y enfermeras en India, así como de Estados Unidos. En total se informó sobre este tema, de más de 100.000 personas. Estos estudios se encontraron en buena correlación con los trabajos pioneros hechos e informados durante un período de 30 años, del Dr. Robert Crookall, de Inglaterra.
De acuerdo con la información que le fue dada por el personal médico:
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• Solo el 10% de las personas que fallecen, están conscientes poco antes de su muerte.
• De este grupo, solo la mitad o 2/3 partes tiene videncias cercanas a la muerte.
• Estas videncias consisten en visitas y apariciones de seres queridos, vistas del otro mundo e inexplicables estados de ánimo exaltado.
El Dr. Melvin Morse plantea que el historiador francés Philippe Aries encontró documentación de que ya antes del año 1.000 AC. Los moribundos solían contar que tenían visiones de Dios y decían que veían a los que habían muerto antes que ellos.
Se lamenta de que hoy los pacientes que tienen tales videncias son tratados como “ansiedad” con narcóticos y Valium, los cuales borran de la memoria a corto plazo y evitan que los pacientes recuerden cualquier visión que hayan tenido (Morse 1993: 60).
También afirma que cerca del 90% de las personas que mueren en hospitales están fuertemente sedadas, mantenidas vivas artificialmente y medicadas, y que los doctores ven las videncias en el lecho de muerte como un problema que hay que combatir con medicamentos hasta que desaparezca (Morse 1993:63).
En su libro “Más allá de la Luz - Aprendiendo de las experiencias Cercanas a la Muerte de los niños - , Morse plantea el punto de vista de que las videncias en el lecho de muerte son “un aspecto olvidado del misterioso proceso de la vida”, el cual puede tener un maravilloso afecto reconfortante y curativo, tanto para los pacientes moribundos como para la familia (1993 65). Recuerda varios casos donde los niños, antes de morir comenzaron a ver videncias de la vida póstuma durante los últimos días de su vida. Describieron asombrosos colores, hermosos lugares y familiares fallecidos, los cuales no sabían que existían.
No son alucinaciones.
El propio Dr. Osis comenzó suponiendo que estas experiencias eran simples alucinaciones causadas por los efectos bioquímicos en el cerebro del moribundo. Sin embargo, después de investigar, se convenció de que eran tan extraordinarias y convincentes que no podían ser explicadas por la condición física del paciente o por las medicinas que estaba tomando.
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Hay muchos casos registrados por la Sociedad para la Investigación Psíquica donde la aparición del visitante ha sido vista por otros más, junto a la cama de la persona moribunda, y en ocasiones, por varias personas simultáneamente.
• En un bien documentado caso de aparición en el lecho de muerte que fue vista por una mujer moribunda, también lo fue al mismo tiempo por Harriet Pearson y sus tres familiares que la estaban cuidando (Diario de la SPR, febrero 1904: 185-187).
• En otro caso de un muchacho joven que se estaba muriendo, dos testigos, de forma independiente, vieron a su recientemente fallecida madre al lado de la cama del niño (Procedimiento de la SPR, volumen 6 p.20).
Las videncias en el lecho de muerte tienen consistencia y evidencian la existencia de la vida póstuma. De aquellos que experimentan una muerte consciente, el 50% o 60% experimentará una videncia de la vida póstuma.
La importancia de las videncias en el lecho de muerte.
En su libro “Visiones al partir” (1994) el pediatra Melvin Morse argumenta que:
• Los miembros de la familia se dan cuenta de que las videncias tienden a estar más tiempo al lado de la persona moribunda. Este factor alivia mucho la culpa que ellos puedan sentir después de la muerte de este familiar.
• Las videncias espirituales ayudan al paciente moribundo a darse cuenta de que tiene algo que compartir con los demás.
• Las videncias espirituales eliminan todo miedo en el paciente moribundo y son enormemente tranquilizantes para los familiares.
• Ellas pueden ahorrar trabajo al personal médico.
• Si se les presta atención, pueden reducir dramáticamente el derroche de tratamientos médicos que frecuentemente son dolorosos para el paciente. Afirma que entre el 30% y 60% del presupuesto del sistema de salud Americano se gasta en los pocos últimos días de vida de una persona, y que la mayoría de este porcentaje se gasta en tratamientos irracionales que no
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hacen nada, excepto prolongar la vida agónica del paciente (Morse 1994: 136).
Carla Wills-Brandon M.A. Ph. D. psicóloga, consejera y autora de seis libros publicados, se interesó por las videncias en el lecho de muerte cuando su propio hijo tuvo una a la edad de solo tres años. Este niño recibió un visitante del otro mundo, el cual le dijo que estaba allí para llevarse a su abuelo, lo cual no comprendía porque estaba convencido que su “Da” estaba bien. En su libro “Un último abrazo antes de irme: El Misterio y significado de las videncias en el Lecho de Muerte”, Carla, no solo vuelve a examinar la investigación de Garrett y Osis, sino que también considera muchas experiencias recientes.
Sus conclusiones son:
• La ciencia no puede explicar este fenómeno.
• Las videncias en el lecho de muerte han estado con nosotros desde el comienzo de los tiempos.
• Estas experiencias apuntan a una existencia en la vida póstuma.
• Tenemos mucho que aprender de ellas.
Carla Wills Brandon está en la actualidad realizando investigaciones de forma continuada sobre videncias en el lecho de muerte, y quiere saber de personas que hayan tenido alguna de esas experiencias.
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4 comentarios:

  1. Leer esto significa un alivio muy grande para mi. He buscado muchas formas salir de la pena de la muerte de mi pequeñito de cino años. Ya han pasado tres años desde que se marchó y siempre vivo pensando en que por favor nos volvamos a ver, a abrazar, a encontrar. A veces vemos tantos programas de ciencia que lo único que nos dejan es desesperanza.

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  2. Debes estar seguro que tu nina esta viva con una energia diferente que no la puedes ver, pero ella si puede mirarte y a todos los que la aman, solamente murio su cuerpo fisico, pero su energia se transmuto o cambio a un estado superior u otra dimencion. Se como debes sentirte, uno nunca se recupera de una perdida de un ser querido tan cercano, ellos siempre viviran en nuestras vidas hasta que nos reunamos con ellos.

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  3. Aconsejo leer el libro "Las Leyes Espirituales" de Vicent Guillem: http://www.uv.es/~vguillem/Las_leyes_espirituales.pdf

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  4. Muchas gracias amigo por tan maravilloso libro estoy muy de acuerdo con la filosofia de Vincent Guillem y comparto todo su contenido.
    Gracias

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