sábado, 4 de octubre de 2008

Midiums Modernos que Confunden a los escépticos.

Médiums modernos que confunden a los escépticos.
“Edison y yo estamos convencidos de que en el campo de la investigación psíquica hay hechos que todavía están por descubrir, y que serán aún de mayor trascendencia para la humanidad que todos los descubrimientos que han sido hechos en el campo de la electricidad”.
Dr. Millar Hutchinson, socio cercano de Edison.
Uno de los médiums americanos contemporáneos más famosos, George Anderson, ha sido investigado a fondo por el presentador de radio y TV. de Nueva York, Joel Martin, quien dijo en 1980, cuando conoció a Anderson:
Nunca me había posicionado en cuanto a lo paranormal, a menos que exponer públicamente los fraudes sea asumir una posición (Martin J. y Romanowski P. 1988:1).
Martin había entrevistado a muchos de los llamados sensitivos psíquicos y “nuevas-eras” en sus programas populares. Afirmó haber descubierto al famoso Amityville Horror como un psíquico engañoso y cuando le hablaron de George Anderson, su reacción fue decir, “descubriré que es un farsante en un minuto”.
Pero cuando Anderson le hizo un corto relato de cosas que solo él sabía, se quedó pasmado.
George había acertado en todo; en lo que le había dicho no había generalizado y no había ninguna ambigüedad. Él sabía las cosas, nombres, detalles, eventos, opiniones, hasta los gestos que nadie más podía haber conocido. ¿Cómo lo supo?
Reviso la lectura del relato, una y otra vez buscando en mi memoria alguna posibilidad de engaño. George había operado en una habitación totalmente iluminada, no había entrado aún en trance y parecía ausente de todo. Llegué al convencimiento de que algo le pasaba; quizás le afectó todo aquello que había aprendido sobre ciencia y religión, la naturaleza de la vida misma (Martin J. y Romanowski P. 1988:64).
Martin contactó inmediatamente con un amigo que conocía desde hacía muchos años, Stephen Kaplan, un parapsicólogo de fama internacional,
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el cual abordó el asunto de lo paranormal, escribe Martin, con más escepticismo que cualquiera que yo conozca. Se deleitaba en exponer públicamente los engaños (Martin J. y Romanowski P. 1988:65).
Kaplan le aseguró que sí era cierto que él creía en la existencia de la mediumnidad, y que había algunos médiums superdotados en el siglo veinte, como Edgar Cayce, Arturo Ford y el brasileño Arigó, pero la mayoría de los que él había encontrado, eran fraudulentos o magos que no podían presentar evidencia de pruebas en público con éxito.
Martin acordó que su amigo telefonease anónimamente a Anderson desde una ciudad distante. Habiendo oído solamente la voz de Kaplan diciendo “hola”, George le dio información de la que ambos, Kaplan y Martin, después describieron como extraordinaria. “Yo diría que él es genuino” concluyó más tarde Kaplan alentando a Martin para que le hiciese más pruebas (Martin J. y Romanowski P. 1988:69).
Lecturas por radio y televisión.
Durante más de 17 años procuró que Anderson apareciese en directo, en programas de radio y televisión, dando cientos de respuestas a personas desconocidas que llamaban por teléfono sin dar ninguna identificación, ni a la emisora ni al presentador del programa. Después de dar las respuestas, habían investigadores averiguando entre los que habían llamado, el grado de exactitud de las respuestas. ¿Cuál fue su conclusión?
George Anderson alcanzó un porcentaje de exactitud entre el 86% y 95%. Hablando con personas totalmente desconocidas demostró su facultad de proporcionar nombres, detalles de cómo murió ese ser querido, apodos personales, alusiones a experiencias compartidas con ellos, predicciones del futuro, detalles de problemas de salud, etc. Muchas de las llamadas cuyas respuestas parecieron inexactas, lo fueron porque el tiempo de su cumplimiento aún no había llegado, o a que el receptor desconocía su cumplimiento al tiempo de recibir la respuesta, o a que al receptor le daba vergüenza reconocer los detalles de amoríos extra conyugales, o de un aborto.
Martin probó la solidez de Anderson haciendo preparativos para que siete miembros de la familia de un niño muerto en un accidente automovilístico le llamaran anónimamente en cuatro ocasiones diferentes. Anderson fue capaz de confirmar con exactitud cada una de
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las llamadas y de repetir la información dada con anterioridad, así como de identificar al miembro de la familia que había estado presente en cada ocasión.
Las pruebas descartan la telepatía.
Las pruebas posteriores, diseñadas por un especialista en ordenadores para detectar si George Anderson poseía altos niveles de telepatía o de facultad precognitiva, demostraron que no era mayor que el promedio, descartando así la posibilidad de que estuviese leyendo telepáticamente la mente de quienes le llamaban (Martin J. y Romanowski P. 1988:142).
En una prueba realizada en directo por la radio, psicólogo calculó que la probabilidad de que George pudiera determinar dos hechos acerca de cada uno de trece espíritus, tales como su edad y parentesco con quien llamaba, era de 1 entre 6044, pero en muchos casos Anderson pudo dar 11 ó 12 respuestas con un 90% de precisión (Martin J. y Romanowski P. 1988:146).
Anderson es el último de una larga serie de médiums dotados, que han sido preparados para cooperar con la ciencia y enfrentarse a cualquier escéptico. Joel Martin ha emplazado en numerosas ocasiones a los escépticos testarudos e irracionales para que pongan a prueba a Anderson. Todo lo que él pidió, dice, fue que observaran un sentido de escepticismo de mentalidad abierta, y que discutirían en público los resultados que se produjesen, fueran a favor o en contra. Escribe diciendo de la impotencia de los escépticos para refutar la evidencia producida por Anderson (Martin J. y Romanowski P. 1988:109).
Desde que George apareció en mi programa de radio en 1980, he tenido contacto con mucha gente ansiosa de desacreditarle. Ninguno de los que aceptaron nuestra invitación para presenciar las demostraciones ha sido capaz de explicar, o de presentar una hipótesis, sobre qué medios pudo utilizar George para obtener el contenido de sus mensajes, a menos que no fuese la comunicación con los espíritus (Martin J. y Romanowski P. 1988:11).
Los escépticos y a los que les gusta desenmascarar a impostores han tratado duramente de ignorar a George Anderson:
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Personal de mi emisora invitó en una ocasión a uno de los más famosos interesados en desenmascarar fraudes del país y que por añadidura también es mago….
Estábamos muy contentos de poder tenerle en el programa con George, pero, por alguna razón, nunca apareció (Martin J. y Romanowski P. 1988:107).
En otra ocasión Martin se entrevistó con un furioso Dr. Abrams, un psiquiatra de una agencia estatal de salud mental, el cual quería saber si George Anderson era un fraude, Cuando Martin le invitó para que investigase por sí mismo, acordaron que Abrams haría sus propias pruebas, y posteriormente se emitirían los resultados a los radioyentes, debiendo admitir si le encontraba genuino. Algunos meses después Abrams fue donde Anderson para probarle usando ropas sucias, con mucha barba y oliendo a alcohol. Anderson le identificó rápidamente como un profesional, y le dijo que había visto la cabeza de Sigmund Freud sobre su cabeza. Abrams llamó a Joel Martin para confirmarle lo que había sucedido y las facultades de George.
Sin embargo, cuando fue llamado para que cumpliera su promesa de aparecer en la radio, dijo:
No se si podré cumplir esa parte de mi promesa, aunque creo que la facultad de George es auténtica. Creo que mis colegas nunca entenderían ni aceptarían que reconociese esto públicamente; créame que lo siento (Martin J. y Romanowski P. 1988:110).
Recientemente George Anderson fue uno de los médiums analizados durante el estudio que realizó la Universidad de Arizona (ver el capítulo 8º).
John Edward.
Otro médium contemporáneo que fue analizado durante el estudio de la Universidad de Arizona fue John Edward. Apareciendo cinco días por semana, el anfitrión del Canal de Ciencia Ficción “Crossing Over” aumentó un 33% la tele audiencia del canal Sci Fi en un año, con un promedio diario de 533.000 hogares. El programa también está atrayendo más espectadoras a esta red televisiva, la que tiene una audiencia predominantemente masculina. Mientras, generalmente, las mujeres forman el 45% de la audiencia televisiva en general, Crossing Over tiene el 60% de mujeres (Brown 2001).
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La popularidad de Crossing Over y la correspondiente atención que los medios le prestan a los programas de entretenimiento y noticias, han hecho un “best-seller” del libro de Edward, “Una ÚltimaVez”.
John Edward es uno de los médiums más controvertidos, cuyo continuo éxito en televisión provoca erupciones volcánicas entre los materialistas, de mentalidad cerrada de los Estados Unidos. Hay otros médiums superdotados que hacen lo que John Edward hace, pero él lo está haciendo en televisión y naturalmente atrae más crítica.
Rosemary Altea.
Otra médium internacional de renombre, es la inglesa Rosemary Altea, la cual apareció en Junio de 2001 por primera vez en directo en el programa de Larry King, juntamente con un escéptico de notoriedad.
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Capítulo 14º
Correspondencia cruzada.
“La más convincente prueba de la existencia de la vida póstuma jamás puesta sobre un papel”
Colin Wilson.
Un argumento a tener en cuenta en la investigación psíquica es, que la información procedente de los médiums como evidencia de la existencia de la vida póstuma, pudiera haber venido del subconsciente del propio médium, o de la lectura de las mentes de quienes participan en las sesiones.
Sin embargo, la investigación psíquica en la cuestión del papel que juega la parte inconsciente de la mente del médium, ha tenido éxito al demostrar que en el caso de los médiums genuinos, su inconsciente no tiene nada que ver con información transmitida desde “el otro lado”.
Tampoco influye en absoluto la telepatía de los participantes hacia el médium.
Las “Correspondencias Cruzadas de Myers” ya se han convertido en una evidencia clásica a favor de la súper vivencia, y han contribuido a persuadir a muchas personas de la realidad de la vida después de la muerte biológica.
Frederick W. H. Myers era un escritor y erudito clásico de Cambridge cuya vida transcurrió a finales del siglo XIX. También fue uno de los pioneros-fundadores de la SPR y estuvo implicado en investigaciones sobre la vida póstuma. A lo largo de su vida estuvo particularmente interesado en encontrar la forma de probar que la información transmitida a través de los médiums no podía haber venido de sus propios subconscientes.
El método que ideó se conoce como “correspondencias cruzadas”, una serie de mensajes a diferentes médiums en diferentes partes del mundo, tales que, por sí solos, no significaban nada, pero que cuando se ponen juntos, adquieren significado.
Él y sus colegas, dirigentes de la Sociedad para la Investigación Psíquica consideraron que, si tal cosa se pudiera realizar tendría un gran
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valor probatorio, es decir, sería una prueba de alto nivel a favor de la continuidad de la existencia.
Después de su muerte, en 1901, más de una docena de médiums, en diferentes países comenzaron a recibir una serie de notas incompletas a través de la escritura automática, y firmadas por Frederick Myers. Más tarde aparecieron notas firmadas por sus colegas, dirigentes de la SPR, Profesor Henry Sidgwick y Edmund Gurney, quienes también habían fallecido. Las notas eran todas sobre oscuros temas clásicos, y no tenían sentido por sí mismas, pero cuando a los médiums se les dijo que contactaran con una dirección centralizada, y las notas recibidas fueron ensambladas, fueron teniendo sentido como lo tiene la piezas de un rompecabezas. En total, más de tres mil notas fueron transmitidas a los largo de más de treinta años; algunas de ellas tenían más de cuarenta páginas, escritas a máquina; en total se llenaron 24 volúmenes con un total de 12.000 páginas.
La investigación duró tanto tiempo que algunos de los investigadores, tales como el Profesor Verral, murieron durante el proceso y comenzaron a comunicarse también ellos mismos.
Los médiums utilizados por Myers y demás colegas desde la otra vida no tenían el nivel cultural de los espíritus que trataban de comunicarse y por ellos todos los mensajes que transmitían estaban fuera de su conocimiento adquirido y de su experiencia.
En una ocasión, una de las médiums, la Sra. Coombe-Tennant estaba reproduciendo una discusión por medio de la “escritura automática”, entre la entidad espiritual del Profesor Sidgwick y su colega vivo G. W. Balfour sobre la “relación mente-cuerpo”, “epifenomenismo” (doctrina que reduce los actos de conciencia a simples fenómenos anímicos o psicológicos) y la “interacción”. La médium se quejaba amargamente de que no tenía ni idea de lo que estaban diciendo y se disgustó mucho porque se le pidiera reproducir semejantes cosas tan difíciles para ella.
Myers dijo que era extremadamente difícil transmitir sus mensajes desde “su lado” a través de los médiums y describió este proceso como:
…estar parado detrás de una hoja de vidrio escarchado, el cual nubla la vista y amortigua el sonido, dictando débilmente a una secretaria que siente repugnancia a hacer una cosa y es además un tanto obtusa (Wilson 1987:176).
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La información transmitida en los experimentos de Myers era tan precisa que asombraba a los mismos miembros de la SPR. En cierto momento, los que investigaban las Correspondencias-Cruzadas de Myers contrataron a detectives privados para poner bajo vigilancia a la Sra. Piper, una de las médiums con la que mayor número de investigación se realizó. Los detectives privados abrieron su correspondencia, la siguieron por todas partes e interrogaron a sus amigos y demás personas con las que ella habló. El resultado de todas estas investigaciones probaron que ella era inocente de fraude, conspiración o trucos.
La evidencia que había era absoluta; todos los documentos originales están archivados, y hay al menos ocho copias en existencia para que cualquier investigador pueda estudiarlas. Para aquellos que sienten la iniciativa de investigar, hay la suficiente información disponible, y aunque para el investigador de las Correspondencias-Cruzadas de Myers tanta información pueda ser un desafío, la recompensa es la prueba evidente de la existencia de la vida póstuma.
Una persona que se tomó su tiempo para estudiar en profundidad las Correspondencias-Cruzadas fue el, anteriormente seglar, humanista Colin Brookes-Smith. Después de realizar su investigación declaró en la Revista de la Sociedad para la investigación Psíquica que la súper vivencia debía ya ser considerada como un hecho suficientemente establecido, más allá de cualquier duda razonable. Aún más, él argumentó que sus conclusiones no debían ser mantenidas en la oscuridad de los registros de investigación, sino que debía ser presentada al público como una trascendental conclusión científica de primera importancia para la humanidad (Murphet 1990:64).
Otra pieza que añade una evidencia muy convincente sobre la vida póstuma fue proporcionada por una de las médiums quien recibió algunas de las comunicaciones de Myers. Después de su muerte, en 1956, a la edad de 81 años, la Sra. Coombe-Tennant, usando su nombre de soltera de Srta. Willet, transmitió un largo y detallado libro de recuerdos personales conteniendo increíbles detalles íntimos sobre su propia vida, a través de la médium Geraldine Cummins, quien nunca la conoció a ella ni a sus hijos. Publicado con el nombre de “Cisne en un Mar Negro”, los escritos de Willet como también se les conoce, son considerados por muchos, incluyendo a Colin Wilson, como la más
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convincente prueba de la realidad de la vida póstuma, jamás escrita (Wilson 1987:183).
Colin Wilson, anteriormente un escéptico y que en la actualidad es un escritor de fama internacional, también investigó y dice que tomados en su conjunto, las Correspondencias –Cruzadas y los escritos de Willet están entre las evidencias más convincentes que en el momento presente existen sobre la vida después de la muerte. Para cualquiera que esté dispuesto a dedicar semanas estudiándolas, prueban más allá de toda duda razonable que Myers, Gurney y Sidgwick se comunicaron después de muertos (Wilson 1987:179).
Las Correspondencias-Cruzadas de Myers han demostrado con éxito, utilizando el método científico experimental, que la información transmitida no procedía del subconsciente del médium.
Resulta interesante que en los experimentos de Scole (ver el capítulo 5º) hay un número de pistas y acertijos hechos por las entidades que se comunicaban, en relación con la vida de Frederick Myers, sugiriendo a los investigadores que los experimentos de Scole fueron una continuación de las Correspondencias-Cruzadas.

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